miércoles, 17 de septiembre de 2014

Que la poesía nunca se vaya.

Nunca dejes que nadie te diga
que no puedes decir lo que quieras.
No me gustan las personas que creen en los límites.
Por eso créeme cuando te digo 
que somos dos cobardes
que se están queriendo como héroes.

Tú podrías ser mi sabor preferido,
mi fantasía sexual,
mi lugar favorito,
mi hogar.
De hecho lo eres.
Podré llamar casa a mil brazos
pero mi hogar,
mi hogar de verdad, 
eres tú. 
Eres donde siempre quiero volver
cuando me he ido
y me he querido perder.

Hay personas que son lágrimas,
sonrisas 
y música a la vez.
Y ojalá me entiendas,
porque tú eres todo eso.
Eres mi poesía
y ojalá que poesía me salve la vida
cuando voy en modo bala perdida
y ni siquiera sé que me hace falta.

Que la poesía me abra los ojos
Que me abrace,
que me acaricie hasta que me duerma, 
que me folle mucho 
hasta que acabe llorando de la risa.

Que la poesía nunca se vaya.
Que nunca te vayas, amor.