miércoles, 22 de agosto de 2012

Creíste que no podrías aportar felicidad a su vida, y te marchaste para no hacerle daño con la excusa más poco creíble que existe en el mundo. No podías decirle que ya no sientes nada, porque no era así. No podrías mentir ante un sentimiento que, aunque no quieras admitir, es más grande que tú.
Ahora solamente sabes echar de menos. No paras de recordar momentos a su lado y todavía se te eriza la piel. En tu cabeza no para de repetirse la misma palabra; cobarde.
En cada canción está su nombre, cada vez que cierras los ojos sientes que se aproxima a besarte, pero al abrirlos no hay nada, sólo una habitación vacía sin su presencia.
En este momento solamente queda esperar que los días pasen y se conviertan en meses. Esperar que los meses se conviertan en años. Y en esos años, esperar a que regrese, o que se te acabe la vida.

lunes, 20 de agosto de 2012

Siempre hemos sentido un vacío enorme a la hora de perder a alguien, pero la verdad es que no es un sentimiento de vacío. Simplemente estabas acostumbrada a pasar parte de tu día a día a su lado, y ahora que no está, te sientes incompleta. Te falta algo y lo sabes. Mejor dicho, lo sientes.
En mi opinión no duele el perder a alguien, duele lo que viene detrás: Ese día a día sin poder estar a su lado, sin poder sentir su roce, y mucho menos no poder sentir esa sensación indescriptible cuando te abrazaba..
Quiero poder pensar que estoy equivocada y que algún día regresará, o simplemente no poder pensar y así no sentir. Ya que sentir es el dolor más grande que puede existir en esta puta vida. Y os juro que vendería mi alma al diablo para evitar sentir. O por no poder recordar algunos momentos. De verdad, lo juro.
El simple hecho de darle vueltas en mi cabeza en el momento en el que me decías adiós.. Esos putos recuerdos de felicidad a su lado son los que te consumen. Los que hacen que te sientas incompleta, vacía y sin sentido.
Y que puta razón tenía Rulo al decir que muchas veces lo más socorrido para no decir una verdad es decir un hasta luego. Que suele funcionar, de vez en cuando. Pero la putada es cuando detrás de eso se esconde un hasta nunca

sábado, 11 de agosto de 2012

¿Sabes? Quiero saber a qué sabe tu sonrisa todos los días. Esa sonrisa que tanto me encanta, sea cual sea su motivo. Quiero pasarme la noche entera abrazada a ti. Quiero que me susurres eso que ya sabes que me encanta al oído. Quiero que me muerdas el labio. Quiero acariciarte. Quiero perderme en tus ojos. Quiero poder verte siempre que quiera. Quiero que nuestra piel sea una. Quiero poder verte reír todos los días. Quiero que de repente me aprietes de la mano viendo una película. Quiero tu droga. Quiero seguir siendo tu momento. Quiero seguir poniéndome nerviosa cada vez que te veo llegar a lo lejos. Quiero tu calor cuando llegue el invierno. Quiero esa sensación de que el mundo es nuestro. Quiero morderte la oreja. Quiero que tus labios sean mi único alimento. Quiero morir por un segundo cuando me tocas. Quiero que me erices la piel. Quiero que me muerdas el cuello. Quiero una charla de esas preciosas acompañada de una cerveza. Quiero tenerte muy cerca. Quiero que me repitas todo lo que significo para ti.
Mucho quiero, quiero, quiero.. pero el quiero más importante va acompañado de un Te delante. Te quiero.

viernes, 10 de agosto de 2012

Ya sabes que amor es sinónimo de volar, a pesar de que a veces surge más el miedo. Ese miedo a que lo nuestro se vuelva aburrido y monótono, y llegar así a cansarse uno del otro. O simplemente miedo a que todo se vaya a la mierda por un cabreo estúpido.
Aunque odie discutir, me encanta esa parte en la que lo arreglamos a besos. Ese momento en el cual una mirada puede decirme todo lo que sientes por mí en una milésima de segundo. Ahí, sólo ahí, es cuando el mundo se para y es nuestro.

jueves, 9 de agosto de 2012

Moco.

Si me pidieran un adjetivo para describirte tendría que disculparme, ya que podría hacer una lista. Puedes pasar de odiosa, a puro amor. Eres capaz de hacer que pase de querer morderte por gilipollas, a darte un abrazo.
No sé para qué coño te estoy escribiendo esto, ya que luego me dices que soy una estúpida gilipollas de mierda. Aunque puede que tengas razón, ten claro una cosa, esta gilipollas siempre te dirá las cosas como son. Tengas o no tengas los ojos abiertos.
Eres grande, créeme. Nunca lo dudes por nadie porque te pego una hostia que bajas de la nube más rápido que Dios. Así de claro.
Eh, que eres una niñita de 6 años, pero que te quiero muchísimo.

sábado, 4 de agosto de 2012


Lo siento, pero tuve que dejarte atrás para poder ser un poco más fuerte. No es que lo necesitara, pero tenía la sensación que si no lo hacía, acabaría hundiéndome. Sabía que estaba empezando a sentir algo por ti. Y la verdad, que no quería. No quería saber que si te marchabas de mi vida, se me caería el mundo a los pies. Porque aunque dijeras que no te marcharías, lo ibas a hacer tarde o temprano.
Si regreso y no quieres saber nada de mí, no te preocupes, lo comprendo. No era nadie para marcharme sin ninguna explicación cuando tú me querías. Lo hacías todo tan fácil.. tan maravilloso.. tan.. pff, no puedo definirlo. Con cada palabra que decías, cada sms a las 5 de la mañana diciéndome preciosa, eras capaz de que hacerme sentir que estabas a mi lado acariciándome. 
Siempre me preguntabas que si los dos sentíamos algo uno por el otro, ¿por qué no estar juntos? Decías que querías compartir tus días conmigo. que yo era la persona que querías ver al otro lado de la cama, la que durmiendo te abrazara de repente. A la que querías callar a besos. A la que querías ganar en peleas de mordiscos. A la que querías y a la que siempre lo harías.
Pero me asusté, ya me prometieron muchas veces eso, y yo en asuntos del amor soy una cobarde.
Lo siento, lo siento muchísimo. Espero que algún día puedas perdonarme.