sábado, 21 de noviembre de 2015

Hasta de huir.

Sé de memoria los segundos exactos
que tengo que acariciarte la cara para que te duermas.
La putada es que las agujas del reloj
no se paran y echan a correr.

Sé de memoria las veces que tengo que hacer la gilipollas en tu cuello
para que eso parezca lanzarse a la vida.
De cabeza.
Sin pensar.
Sin peros.
Porque eso es lo que pasa,
que hablando de ti no hay peros.

Sé de memoria las veces que te limpias las lágrimas
cuando te da por llorar de la risa.
Quiero suponer que sea la única lluvia que te haga caer,
pero sé que soy la definición de defecto en persona,
equivocarse es de humanos
y, aunque sea lo que menos quiera,
alguna vez puede que cree tormenta dentro de ti.
Pero prometo que luego haré que salga el Sol,
porque un nubarrón no va a hacerme desistir de ti.

Qué mierdas vais a saber vosotros de suerte
si sé que la tengo yo toda cuando le da por ponerme la mejilla,
cuando le da por reírse de mí,
cuando me abraza.

Ya sabes: "Ganas si es contigo hasta de huir."

Texto escrito para Desconociéndonos.

1000 patadas.

Vosotros decid lo que queráis,
pero os da tanto miedo vivir vuestra propia vida porque es un coñazo
que siempre estáis en la de los demás.
Y a mí me da igual,
porque aprendí a vivirme
y a saber que el pasado de alguien no es lo mismo que su presente.
Porque sé que mi pasado no es mi presente.
Lo dejé de lado 
pero sin olvidar que está ahí para no ignorar mis errores,
para no volver a cometerlos
y para ver que a fuerza no me gana nadie.
Mi presente le da mil patadas a mi pasado.

Ahora mismo me he metido en la boca del lobo
y estoy tan a gusto que no quiero salir.
Encontrar calidez en pleno frío
es algo que muy de vez en cuando
te otorga el azar.
Por eso hay que abrazarlo muy fuerte.
Por eso te abrazo tan fuerte.

Que le den a las letras
que últimamente lo que me amansa es el hueco de tu cuello.
Ya no enseño los dientes
y arrimo mi hocico a tu mejilla.
Déjame quedarme
que yo te dejaré quedarte.

Texto escrito para Desconociéndonos.