lunes, 30 de junio de 2014

Libertad para ser.

Algunas personas las aborreces
como a las canciones de la radio.
Siempre lo mismo te acaba aburriendo.
Por ello,
no voy a ser quien me dices que debo ser.
No voy a ser como me dices que debo ser.
Voy a ser quien quiera
y como quiera ser.

Eso veo en ti: libertad para ser.
Y por eso,
te miro como quien cree en Dios.
Para mí todas las religiones son blasfemia
porque ninguna de ellas
habla de ti. 

Habláis, habláis y habláis
y me lo decís
como si quisiera que fuera otra persona
la que me haga sonreír.
Me niego, porque solo contigo
se me escapa la primavera por la boca
cuando hablo de ti.

Y eso es lo que me gusta de ti,
que con solo pronunciar tu nombre
haces que en cualquier estación
florezcan flores.

jueves, 12 de junio de 2014

Nota a pie de corazón.

Te miro como mira un niño pequeño
su sabor favorito en una heladería.
Olvido el sentido de la distancia
con el eco que deja el sonido de tu risa.
Bailo con tu corazón,
que no es el mío,
pero lo cuido como tal.

No sabría decirte qué parte de mí me da más miedo perder,
mis piernas,
mis ojos,
mis manos,
o a ti.
Y menos aun sabría pedirte
que el estar a tu lado no termine jamás.
Así que, no sé,
como excusa te pediré un abrazo.
Y, por cierto,
no dejes de abrazarme.

jueves, 5 de junio de 2014

Soy la mitad de una bala perdida.

Ahorra algo de dinero esta semana,
nos vamos a beber cerveza con la libertad.
Nos vamos a poner tan ciegos de marihuana
que no vamos a saber quién folla con quién.
Y es que ya deliro
con la música que hace tu risa.

La libertad se metió muy dentro de nosotros
y nos dejó a solas.
Ahora el cielo es demasiado azul,
no sé si será la droga
o tu sonrisa
que hace que todo sea mejor.

Puede que me esté volviendo loca,
o esté tan sensata
que sé lo que hago
y lo que quiero.
Puede que sienta que eres guitarra
y yo sea el rock&roll que suena
cuando nos tocamos.

Eres la razón más urgente
y yo soy la mitad de una bala perdida
que encuentra su dirección cuando le das la mano.