lunes, 14 de abril de 2014

Y joder, vaya casualidad más bonita.

De la noche a la mañana.
Como cuando entra una ráfaga de aire por la ventana.
Así llegaste a mi vida.
Y joder, vaya casualidad más bonita.

Me quedo sin versos cuando te miro,
por eso quiero hacer(te) poesía sin palabras.
Pero es que hablan de tocar el cielo sin saber
que lo más cercano a ello
es acariciarte la cara.

Me como el mundo cuando te como la boca.
Y la mejor adrenalina que
he sentido en mi vida
es cuando me muerdes la clavícula.
Suave. Sin marca. Pero con ganas.
Yo qué sé joder,
intentar explicar esto
es complicado.
No vais a entenderme si no veis
como sonríe cuando digo mis gilipolleces.

No sé si tal vez
conozcáis la diferencia entre sentir que debes proteger
y sentirte protegida.
Nunca nadie me ha dado protección en un abrazo.
Fíjate. Tú. Ahí. En el parque. 
Abrazándome.
Y joder, ojalá se hubiera parado el tiempo en aquella tarde.
Ahora devoro las horas para volver a verte.

Y me callo ya.
No escribo más,
me voy a ver
como se muerde el labio.
Au revouir.

1 comentario:

  1. "hablan de tocar el cielo sin saber
    que lo más cercano a ello
    es acariciarte la cara."
    puta verdad.

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