unos besos que me sepan a delicia.
Unos brazos que me salven,
unas caricias que me atrapen.
Unas banderas que no indiquen fronteras,
un invierno que parezca primavera.
Un juego de roles,
tú y yo
en la cama
y de fondo una guitarra.
Un valiente que duerme a la certeza
y forja su caparazón.
Un robot que quiere corazón,
un cobarde que se no se atreve a decir adiós.
pero sentiré la necesidad de mostrarte la puerta,
porque algunas personas merecen ser solamente un recuerdo.
que a lo mejor
el mío es seguir tus pasos
e ir por el mismo camino.
Me encantó me encantó el cierre.
ResponderEliminar