jueves, 23 de mayo de 2013


Hay personas que escriben por gusto.
Otras, por gustar.
Y yo, simplemente escribo,
para que os hagáis una idea
de lo que os estáis perdiendo
al no poder estar a su vera.


¿Qué queréis que os diga?
No mirarle cuando sonríe es
estar perdiéndose
la octava maravilla.
No sabéis lo que es
que se clave en vuestra vida
y no querer que salga de ella.
Al igual que no sabéis lo que es
tener esa sensación en el estómago y
sentir ese júbilo
si no le habéis visto ser él mismo
y por ello,
enamoraros más todavía;
si no le habéis visto ser como un niño pequeño
al coger una guitarra y ver
el brillo de sus ojos
al aporrear las cuerdas.

Por lo tanto, seguiréis siendo unos caras tristes
si no habéis sonreído como unos gilipollas
cuando os susurra:
'Dame la mano, que si no me falta algo.'

No hay comentarios:

Publicar un comentario