sábado, 1 de junio de 2013


Siempre fuimos valientes entre tantas balas.
Ésas que llevaban nuestro nombre grabado
para acabar con nuestra certeza
ante tanta fatalidad.
Lo jodido es que
necesitamos huir y
no tenemos dónde.
O, seguramente, lo tenemos
y no sabemos a qué lugar escapar.

Somos capaces de desvanecernos por nuestra independencia.
Capaces de perderlo todo por seguir siendo libres
y dejar que la marea nos aleje
de las vidas ajenas.
Vidas que sólo nos aportan hastío.
Así vamos (o así voy):
dando bandazos a diestro y siniestro.

Somos los que escribimos para salvarnos.
Los que saben que un libro hace más compañía que una persona.
Los que logramos relajar a alguien con nuestra presencia
pero que, a la vez, le damos pavor.
Los que solamente quieren desaparecer.

Nosotros somos la generación de jóvenes vacíos.
La mitad no sentimos nada y,
aunque sintamos,
nada nos aporta algo.
Nada nos llena.
Luego están los que sienten por todo,
los cuales ni siquiera saben si sienten de verdad o no.

1 comentario:

  1. "somos los que escribimos para salvarnos"

    completamente de acuerdo

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